La valiente batalla de Mike Espinoza contra la ELA y la terapia con células madre en Tijuana, México, en ProgenCell

Enfrentando la ELA: el viaje de Mike Espinoza con células madre con ProgenCell

Mike Espinoza, residente de Phoenix, Arizona, fue diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa devastadora. Tanto su padre como su hija también padecen ELA, lo que la convierte en un problema familiar. Mike notó los primeros síntomas en 2012, incluidos espasmos oculares y fasciculaciones en los brazos. "Conocía mi cuerpo, conocía mis limitaciones y sabía que no estaba donde estaba antes", dijo Mike, reflexionando sobre los primeros signos. A pesar de visitar a varios neurólogos, inicialmente lo descartaron debido a su corta edad.

La búsqueda de respuestas: de los síntomas al diagnóstico

La determinación de Mike de comprender su enfermedad lo llevó a investigar a fondo y a participar en foros sobre ELA. En 2013, todavía no había recibido el diagnóstico, pero había fuertes sospechas de que padecía ELA. "Comencé a investigar sobre muchas terapias con células madre, tratando de averiguar cuáles serían los costos", explicó. A pesar de tomar suplementos y hacer ejercicio con precaución, Mike siguió experimentando un deterioro en su salud. Sus temores se confirmaron cuando a su padre le diagnosticaron ELA, lo que puso de relieve el vínculo genético y solidificó la determinación de Mike de encontrar un tratamiento eficaz.

Explorando la terapia con células madre: el camino hacia ProgenCell en Tijuana, México

Después de probar varios tratamientos en México y Costa Rica, Mike descubrió que los costos eran prohibitivos y los resultados inconsistentes. A fines de 2019, su salud se deterioró aún más, lo que lo impulsó a buscar una solución más confiable y asequible. Esta búsqueda lo llevó a ProgenCell en Tijuana. "ProgenCell fue la primera clínica que me proporcionó un informe de viabilidad de cualquier célula cultivada de un banco de células madre", señaló Mike, enfatizando la transparencia y la información detallada proporcionada por la clínica, algo que faltaba en sus experiencias anteriores.

Los beneficios de ProgenCell: asequibilidad y personalización

La asequibilidad de ProgenCell y los planes de tratamiento personalizados le llamaron la atención a Mike. "Gasto entre el 15 y el 20 por ciento del precio de los tratamientos en Guadalajara, Costa Rica, Suiza o China", compartió. La clínica ofrecía varias opciones de tratamiento, incluidas células cultivadas y médula ósea fresca, personalizadas según sus necesidades. Esta flexibilidad le permitió a Mike optimizar su tratamiento y controlar su enfermedad de manera más eficaz.

Una mejora significativa: ralentizar la progresión de la ELA

Desde que comenzó su tratamiento en ProgenCell, Mike ha notado una desaceleración significativa en la progresión de su ELA. "He disminuido mi progresión de un dos a un cinco por ciento anual a tal vez medio por ciento", informó. Los tratamientos regulares cada 30 a 45 días lo han ayudado a mantener un estilo de vida más estable y activo. El régimen de Mike incluye tratamientos intravenosos e inyecciones espinales, que en conjunto han contribuido a su condición mejorada.

Atención honesta y genuina: el compromiso de ProgenCell

La experiencia de Mike con ProgenCell se ha caracterizado por la sinceridad y la atención genuina del personal de la clínica. "No están en esto por ganar dinero; realmente se preocupan por tu salud", afirmó. La disposición de ProgenCell a ser sinceros sobre las opciones de tratamiento, los costos y los resultados esperados le ha ganado la confianza de Mike. El compromiso de la clínica de brindar información clara y opciones viables la distingue de otras.

Animando a los demás: la defensa de Mike de ProgenCell

La experiencia de Mike con la ELA y la terapia con células madre en ProgenCell le ha dado una renovada sensación de esperanza. Alienta a otras personas que enfrentan desafíos similares a considerar ProgenCell como una opción viable. "Espero poder ser una bendición y una ayuda para alguien", dijo, instando a los posibles pacientes a que se comuniquen y hagan preguntas. La historia de Mike es un testimonio del potencial de la terapia con células madre para el manejo de la ELA, ofreciendo esperanza y apoyo a quienes atraviesan este difícil camino.

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